Si necesita ropa de cama para su cama, es posible que tenga dudas sobre qué elegir, ¿manta o edredón? Esta es una elección que puede resultar difícil porque ambos tienen pros y contras. Antes de elegir, es de gran ayuda reconocer en qué se diferencian estos dos tipos de ropa de cama. Esta guía le ayudará a explorar las mantas y los edredones. Desglosaremos las diferencias entre ambos y le ayudaremos a decidir qué opción es mejor para usted y su familia.
¿Cuál es la diferencia?
La principal diferencia entre una funda y un edredón está en su construcción y materiales. Una funda es una pieza, una capa plana de hilos. El diseño es normalmente muy simple y está disponible en una variedad de colores y diseños. Por el contrario, un edredón es un complemento de cama especial que es básicamente una pelusa rellena de calor. El material que lo rellena puede ser plumas, plumón (de patos y gansos) o materiales manufacturados que se producen en masa en instalaciones industriales.
Es un edredón que está incrustado en una funda que simplemente se puede vaciar y lavar de manera excepcionalmente efectiva. Podrás lavar esta funda por separado. Por lo general, es un toque agradable, ya que realmente te ayuda a mantener un ambiente limpio y nuevo. Y en caso de que necesites cambiar el estilo de tu ropa de cama, todo lo que necesitarás es una funda de edredón sin usar; ¡no es necesario cambiar el edredón! ¡Esto te permite jugar con el estilo de tu habitación cuando quieras!
¿Cuál debería elegir?
Ahora que ya conoces la diferencia entre fundas y edredones, es posible que te preguntes:
¿Cuál de los dos deberías elegir? Si eres de esas personas que pasan calor mientras duermen, las fundas son una gran opción para ti. Esto se debe a que las fundas son mucho menos agobiantes y más frescas que los edredones. Están hechas de una variedad de materiales, como vellón, algodón y fibras sintéticas. La variedad hace la diferencia para elegir la ideal para ti.
Además de esto, las mantas vienen en diferentes tamaños, como twin, full, queen y king. De esta manera, podrá encontrar la medida perfecta, una que se adapte perfectamente a su cama. Obtenga una manta más pequeña si tiene una cama más pequeña; compre una manta más grande si tiene una manta más grande.
Un edredón es una garantía de comodidad, así que si estás buscando algo que te mantenga cálido y tostado, un edredón puede ser una gran opción para ti. Un edredón puede ser un tipo de ropa de cama más gruesa y resistente, que solo se usa durante las frías noches de invierno, cuando se necesita estar cómodo y cálido. Una de las principales ventajas de los edredones es la capacidad de colocar capas de ropa de cama juntas de manera efectiva. Es decir, puedes colocarte capas si tienes frío o capas más pequeñas si empiezas a tener demasiado calor. Te da mucho control sobre qué tan caliente quieres estar.
Además, junto con las fundas extraíbles, los edredones son más que fáciles de lavar y cuidar. Una ventaja adicional de una funda nórdica es que puedes lavarla en lugar de tener que lavar todo el edredón, que es enorme, difícil de manejar y de limpiar.
Cuándo usar cada uno
Una funda o un edredón:
En la mayoría de los casos, depende del clima y la época del año. Las fundas ligeras son ideales para brindar comodidad durante todo el año en climas cálidos o en climas de verano. En climas cálidos de verano, una buena funda de algodón o tela sería especialmente atractiva, ya que es transpirable y fresca al tacto.
Por otro lado, si vives en un clima más frío, puedes utilizar cosas como forros polares o plumón para mantenerte abrigado. ¡Todo el mundo los adora para las noches frías (de mediados de otoño) cuando necesitan una sensación de calidez y comodidad máximas! La ventaja de tener un edredón dentro de la funda nórdica en lugar de mantas es que el edredón en sí puede ser más grueso sin ser profundo. Por ejemplo, un edredón de plumas es lujoso y muy ligero y delicado, pero al mismo tiempo puede mantenerte abrigado durante días.
Cómo elegir la ropa de cama óptima
Hay todo tipo de cosas que debes tener en cuenta al elegir tu ropa de cama. Para empezar, piensa en el tamaño de tu cama. Los edredones suelen ser más grandes que los tamaños estándar de las fundas, pero las fundas también pueden venir en una variedad de tamaños. En concreto, si tienes una cama tamaño queen, tendrás que comprar un edredón de tamaño queen para que encaje en ella. Si necesitas un edredón que se ajuste correctamente a tu cama y no se desborde por los lados, tendrás que invertir en un tamaño mayor.
Tus pensamientos C también tienen presupuesto y son muy adecuados para ello. Si estás buscando ahorrar algo de dinero, las mantas suelen ser una opción más razonable, ya que suelen ser más económicas que los edredones. Pero si necesitas algo que sea realmente cómodo y que dure mucho tiempo, es posible que tengas que gastar un poco más de dinero y comprar un edredón de buena calidad para que te devuelva la inversión a largo plazo.
Y, por último, piensa en lo que valoras como persona. ¿Te gusta una cama mullida que te haga sentir como si estuvieras descansando en una nube o prefieres una cama más firme que te dé la espalda? ¿Necesitas mucho calor por la noche o duermes mejor cuando hace frío? Ahora tienes que plantearte estas preguntas una vez que hayas elegido la ropa de cama adecuada para ti.